El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha mostrado este domingo su fuerza en Alemania dos semanas después de la intentona golpista con una multitudinaria concentración organizada por sus seguidores en la ciudad de Colonia, blindada por la policía para evitar disturbios.
Entre 30.000 y 40.000 personas, según cálculos de las fuerzas de seguridad, se dieron cita a orillas del Rin bajo el lema «Sí a la democracia, no al golpe», entre innumerables banderas turcas y mientras en distintos puntos de la ciudad se sucedían pequeñas contramanifestaciones.
En Alemania residen cerca de tres millones de ciudadanos de origen turco y el 60% de los votantes eligió en las elecciones de noviembre al Partido Justicia y Desarrollo (AKP), la formación islamista que lidera Erdogan.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha mostrado este domingo su fuerza en Alemania dos semanas después de la intentona golpista con una multitudinaria concentración organizada por sus seguidores en la ciudad de Colonia, blindada por la policía para evitar disturbios. Entre 30.000 y 40.000 personas, según cálculos de las fuerzas de seguridad, se dieron cita a orillas del Rin bajo el lema «Sí a la democracia, no al golpe», entre innumerables banderas turcas y mientras en distintos puntos de la ciudad se sucedían pequeñas contramanifestaciones.
En Alemania residen cerca de tres millones de ciudadanos de origen turco y el 60% de los votantes eligió en las elecciones de noviembre al Partido Justicia y Desarrollo (AKP), la formación islamista que lidera Erdogan. Hasta Colonia se ha desplazado este domingo el ministro turco de Juventud y Deportes, Suat Kilic, quien defendió la unidad del pueblo turco, acusó a Alemania de tratar a su país con una doble vara de medir y denunció los prejuicios de los medios alemanes. Kilic exigió también explicaciones al Gobierno de la canciller alemana, Angela Merkel, por la prohibición de transmitir en pantalla gigante un mensaje en directo de Erdogan.
Fue la figura omnipresente, pero la voz del presidente turco no pudo ser escuchada en la manifestación, a pesar de que los organizadores, —la Unión de Demócratas Turcos Europeos (UETD)— recurrieron este sábado hasta el Tribunal Constitucional alemán La policía prohibió la retransmisión para evitar que los ánimos se caldearan y logró el respaldo del Constitucional, que rechazó el recurso presentado por razones formales y al considerar que el veto no limita el derecho a la libre manifestación. La decisión fue duramente criticada también desde Turquía: «Es inaceptable», manifestó Ibrahim Kalin, portavoz del presidente, quien denunció en declaraciones recogidas por la agencia turca Anadolu el doble rasero de un país que en el pasado permitió manifestaciones de apoyo a la guerrilla kurda PKK.
En un mensaje leído desde el escenario a los manifestantes, Erdogan agradeció el apoyo de los turcos que residen en Alemania tras el golpe y aseguró que el país es hoy más fuerte.
Con respaldo de los estados federados vecinos y material antidisturbios, la policía desplegó a alrededor de 2.700 agentes en la ciudad, donde se celebraron varias manifestaciones en protesta por la cadena de detenciones y las purgas en diversos estamentos realizadas por el Gobierno turco desde el fallido intento de golpe. Tras haber fracasado en su intento de prohibirla por motivos de seguridad, la policía acabó disolviendo junto a la estación central la concentración de alrededor de 250 simpatizantes del partido ultraderechista Pro NRW, que en un principio tenía intención de acercarse al lugar en el que se reunieron los seguidores de Erdogan.