El hotel, ubicado en la emblemática Manzana de Gómez y cuya inauguración oficial será en junio, ya ha dado de qué hablar por la contratación de obreros de la India para su terminación y los astronómicos precios que lo alejan de la vista del cubano de a pie
«Estamos muy contentos de que la puerta para Kempinski en las Américas sea Cuba», aseguró este domingo Xavier Destribats, director general del Gran Hotel Manzana Kempinski, reporta Diario de Cuba.
De acuerdo con la agencia oficialista Prensa Latina (PL), este hotel recibe a sus primeros clientes este lunes, pero su inauguración está fijada para el mes de junio, en una fecha que no precisó el reporte.
Destribats señaló a la televisión oficial de la Isla que edificar el primer hotel cinco estrellas plus en Cuba «forma parte de la filosofía de Kempinski en su gusto por las joyas y ratifica además que La Habana tiene mucho de Europa».
«Vinimos a ver el edificio y hablamos con (la corporación militar) Gaviota, sobre la idea que ellos tenían de hacer la mejor instalación de las Américas y del mundo y creo que eso lo hemos logrado», aseguró Destribats.
El hotel ya ha dado mucho de qué hablar, incluso antes de ser terminado: en julio del pasado año, se supo que más de 100 obreros de la India trabajaban en la construcción del inmueble en lugar de pagar salarios en divisa a técnicos cubanos igualmente capacitados y productivos.
Además de eso, la apertura del complejo de tiendas de lujo en las instalaciones hoteleras, al que asistió el propio Giorgio Gucci, así como la polémica en torno a la desaparición de la estatua del líder estudiantil Julio Antonio Mella, que se encontraba donde ahora se alza la galería de tiendas de lujo, provocaron reacciones diversas entre quienes no entienden que el glamour se desarrolle de ese modo a solo metros de donde hay cubanos viviendo en casas con derrumbe parcial.
Según un reporte del sitio digital Cubanet, alojarse en un hotel sigue siendo la asignatura pendiente para los cubanos de a pie. Algunos, como Lázaro Álvarez, piensan que estas instalaciones son prohibitivas para gente como él.
“Los precios de estos Hoteles están totalmente fuera del alcance del cubano medio que trabaja por un salario de 20 dólares al mes. Por muchos hoteles que construyan nosotros los cubanos trabajadores no podemos ni soñar con pasar una sola noche en la habitación más barata. Antes eran prohibidos: ahora que no son prohibidos, son inalcanzables, es lo mismo al final, esta nueva Habana no es para los cubanos”
El Manzana Kempinski tiene 246 habitaciones (de ellas 196 estándar y 50 suites), una piscina en la azotea, un spa, bares, restaurantes y gimnasios. Es propiedad del Grupo de Turismo Gaviota, que peretenece a las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), que también posee el Four Points by Sheraton, la primera propiedad de Cuba en casi seis décadas en ser supervisado por una compañía hotelera estadounidense.
Otro reto para el hotel de Kempinski en La Habana será «controlar el impacto sobre los huéspedes de la siempre problemática red eléctrica de la capital, la calidad y presión del agua, la eliminación de desechos y la infraestructura de comunicaciones por Internet», apuntó John Kavulich, presidente del Consejo Comercial y Económico Estados Unidos-Cuba, una organización que monitorea las relaciones comerciales con la Isla desde 1994, según reportó Diario de Cuba.
Asegura el experto que este podría ser el primer hotel en la Isla que podría ostentar las categorías de diamantes y estrellas que ofrecen los especialistas en viajes, entre ellos los del Forbes Travel Guide.
FUENTE: Con información de Diario de Cuba y Cubanet