EEUU y Cuba han desarrollado una frenética actividad bilateral en las últimas semanas, pues con la salida de Obama de la Casa Blanca y la llegada de Trump la continuidad del deshielo iniciado en el 2014 se tiñe de incertidumbre
A solo dos días de que tome posesión el nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el Gobierno cubano y la saliente administración de Barack Obama prosiguen con velocidad su acercamiento con la firma de acuerdos, a los que este miércoles se sumó uno nuevo en materia de salvamento aéreo y marítimo.
El nuevo pacto, firmado en La Habana, establece la cooperación bilateral y coordinación en los trabajos de búsqueda y rescate aéreo y marítimo, un paso importante al tratarse de dos países cuyos espacios fronterizos por mar y aire son casi colindantes.
EEUU y Cuba han desarrollado una frenética actividad bilateral en las últimas semanas, pues con la salida de Obama de la Casa Blanca y la llegada de Trump la continuidad del deshielo iniciado en el 2014 se tiñe de incertidumbre, dado que el nuevo mandatario ha insistido en que no está de acuerdo con este proceso.
El acuerdo suscrito este miércoles se suma a otro alcanzado entre los dos Gobiernos la semana pasada en materia de cooperación contra delitos trasnacionales como el terrorismo, el narcotráfico, la trata de personas y el lavado de capitales.
Además, para este miércoles también se había anunciado la firma de un acuerdo bilateral en materia de sanidad agropecuaria, aunque el acto fue cancelado poco antes de la hora prevista y hasta el momento no se ha difundido más información al respecto.
«Los Estados Unidos y Cuba han colaborado con éxito en las operaciones de búsqueda y salvamento por más de 20 años. Hoy estamos fortaleciendo esta cooperación en nuestro esfuerzo compartido de salvar vidas», señaló el encargado de negocios de Washington en La Habana, Jeffrey DeLaurentis.
El jefe de la misión diplomática estadounidense firmó el acuerdo en representación de su país, mientras que por Cuba lo hizo la viceministra de Transporte, Marta Oramas.
DeLaurentis destacó que el pacto «reconoce la importancia de la cooperación sobre la búsqueda y salvamento aeronáutico y marítimo para ambas naciones» y subrayó que perfeccionar la coordinación en este ámbito es «esencial» para ambos países, «particularmente cuando el comercio autorizado y el flujo de viajeros está en aumento entre ambos países».
Mientras, la viceministra Oramas coincidió en que «en medio del aumento actual del transporte aéreo y marítimo en la región, este acuerdo reviste especial importancia, y su firma constituye un paso positivo en el mejoramiento de las relaciones entre los dos países».
Ese incremento se debe sobre todo a la reanudación, este año, de los vuelos comerciales directos entre ambos países y la llegada de cruceros de EEUU a Cuba, dos de los principales frutos que ha dado la reconciliación promovida por la administración Obama.
El presidente saliente también usó su poder ejecutivo para ampliar las categorías bajo las cuales los ciudadanos de su país pueden visitar a la isla caribeña, adonde los estadounidenses siguen teniendo prohibido viajar como turistas en virtud del embargo comercial que EEUU aún mantiene sobre Cuba.
Aún así, en el 2016 pasaron por Cuba 284.937 estadounidenses, el 74 % más que el año anterior, según datos oficiales difundidos recientemente por las autoridades cubanas.
El convenio permitirá también la realización de ejercicios conjuntos, los chequeos periódicos en los canales de comunicación, las visitas recíprocas de expertos y el intercambio de información.
Este acuerdo facilita asimismo una mejor coordinación en la búsqueda y rescate de los cubanos que naufraguen en el estrecho de La Florida tratando de llegar a EE.UU., aunque el número de «balseros» podría disminuir drásticamente con la derogación por el Gobierno estadounidense de los beneficios migratorios para los cubanos.
Desde que los dos países restablecieron relaciones, se han producido más de 20 visitas de alto nivel, se han firmado 16 acuerdos en áreas como aviación civil, medioambiente o salud, se han celebrado más de 40 reuniones técnicas y unos 1.200 intercambios académicos y culturales.
Otro de los pasos importantes dados este mes fue el cierre del primer acuerdo para exportar un producto cubano a EEUU (carbón vegetal), lo que reabre a la isla las puertas de ese mercado, vetado durante cinco décadas.
Son hitos que buscan afianzar la recién retomada relación bilateral, sobre la que pende una espada de Damocles desde que Donald Trump, inicialmente favorable al deshielo, dio un giro en sus planteamientos sobre la relación con Cuba y amenazó con revertir el proceso si La Habana no hacía concesiones en materia de apertura democrática.
El nominado de Trump para ser secretario de Estado de EEUU, Rex Tillerson, ratificó la semana pasada esta postura.
Desde el Gobierno cubano no ha habido reacciones oficiales a las advertencias de Trump, aunque las autoridades de la isla han reiterado que su soberanía y asuntos internos no están sobre la mesa de negociación.
FUENTE: Lorena Cantó / EFE