«Como su presidente, no tengo otro deber superior que proteger al pueblo estadounidense», enfatizó Donald Trump este lunes en un discurso que ofreció en la base aérea McDill, en Tampa, Florida
El presidente, Donald Trump, defendió este lunes que su deber es «proteger» a los estadounidenses y que hacen falta «programas fuertes» para controlar quién entra al país, mientras sigue suspendido su veto contra los refugiados de todo el mundo y ciudadanos de siete países de mayoría musulmana.
La Corte de Apelaciones del Noveno Distrito, con sede en San Francisco (California), es la que debe decidir si restaura o no ese veto, suspendido temporalmente por orden de un juez federal desde el viernes por la noche, y ha dado plazo al Gobierno de Trump para presentar sus argumentos hasta las 6:00 de la tarde de este lunes.
«Como su presidente, no tengo otro deber superior que proteger al pueblo estadounidense», enfatizó Trump este lunes en un discurso en la base aérea McDill, en Tampa (Florida), ante jefes de los mandos Central (Centcom) y de Operaciones Especiales (Soscom), a cargo de la lucha contra el terrorismo.
Además, Trump afirmó que son necesarios «programas fuertes», en aparente alusión a su veto migratorio, para que entren a EEUU solo aquellos que «quieran amar» al país y se queden fuera los que buscan «destruirlo».
El veto migratorio ordenado por Trump el pasado 27 de enero impide temporalmente la entrada a EEUU de los refugiados de todo el mundo y de los ciudadanos de Libia, Sudán, Somalia, Siria, Irak, Irán y Yemen.
El objetivo declarado de esa medida es, según Trump, evitar la entrada al país de posibles terroristas.
El pasado viernes, el juez federal James Robart bloqueó provisionalmente la orden del presidente mientras revisaba el fondo del caso.
El sábado por la noche, el Gobierno de Trump inició un proceso de apelación de la decisión del juez Robart, que iba acompañado de una petición a la Corte de Apelaciones del Noveno Distrito para que restableciera el veto.
Ese tribunal de apelaciones rechazó el domingo esa última petición y mantuvo, por tanto, en vigor la decisión de Robart, que ha abierto de nuevo las puertas del país a millones de inmigrantes y refugiados.
Decenas de afectados por el veto de Trump llegaron hoy al aeropuerto internacional Dulles, a las afueras de Washington y visitado en los últimos días por traductores, abogados de inmigración e informáticos que recopilan información para futuras demandas.
A la espera de los argumentos que presente el Gobierno de Trump ante la Corte de Apelaciones del Noveno Distrito, los estados de Washington y Minesota, demandantes en el caso y contrarios al veto, ya han ofrecido los suyos.
En su argumentación, esos dos estados aseguran que restaurar el veto migratorio de Trump «desataría de nuevo el caos».
Además, dos ex secretarios de Estado de EEUU, John Kerry y Madeleine Albright, y varios ex altos funcionarios de seguridad nacional advirtieron también contra la orden de Trump en una declaración enviada a ese tribunal de apelaciones.
En el documento, Kerry, Albright y varios ex altos funcionarios de seguridad del Gobierno del expresidente Barack Obama, entre ellos Leon Panetta, exjefe de la CIA y del Pentágono, sostienen que el veto de Trump puede «poner en peligro a las tropas de Estados Unidos».
Además, argumentan que dañará alianzas vitales con otros países para la lucha antiterrorista y ayudará a los esfuerzos de propaganda del grupo yihadista Estado Islámico (EI), «alimentando la narrativa de que Estados Unidos está en guerra con el Islam».
Por su parte, las principales compañías tecnológicas de EEUU, entre ellas Apple, Facebook, Google y Microsoft, también han presentado un escrito legal ante esa misma corte en el que afirman que la orden de Trump hará más difícil «reclutar, contratar y retener a algunos de los mejores empleados del mundo».
A través de Twitter, Trump criticó con dureza durante el fin de semana al magistrado que suspendió su veto migratorio, al llamarlo «supuesto juez» y acusarlo de «arrebatar al país la capacidad de aplicar la ley».
También sugirió que será culpa de Robart si hay un atentado en el país que, a su juicio, pueda vincularse al bloqueo de su orden.
Y hoy, en otro tuit, Trump dijo que todos los «sondeos negativos» sobre su veto migratorio «son noticias falsas» y que los estadounidenses quieren «seguridad fronteriza y escrutinio extremo» de los inmigrantes.
FUENTE: Miriam Burgués / EFE