Este 20 de Julio cientos de trabajadoras sexuales y demas trabajadores del gremio se concentraron frente a la Delegación de Gobierno en Barcelona para protestar y alzar su voz en contra de la proposición de ley 122/000224.
Una ley que supone de facto la abolición de la prostitución y condena a todas las trabajadoras sexuales a la clandestinidad.
Con sombrillas rojas, algunas con máscaras y mucha desición, las trabajadoras de este colectivo reivindicaron sus derechos, así como el hacer con sus cuerpos lo que por voluntad propia ellas quieran. A ritmo de batucada y entre canciones, leyeron un manifiesto donde le pedian al gobierno no continuar con esa propuesta y las consecuencias negativas que les traerían a todas las trabajadoras de este sector.
«Somos mujeres adultas que ejercemos nuestro trabajo libre y conscientemente. Sabemos, por las experiencias en otros países, que la prohibición de la prostitución nos dejará en la marginación, generando inseguridad para todas, desprotección sanitaria y desamparo social» fueron algunas de las afirmaciones de este manifiesto.
La propuesta del PSOE para abolir la prostitución, sostienen las trabajadoras sexuales, «supone de facto la abolición de la prostitución y nos condena a todas a la clandestinidad «. Denuncian además que el proyecto se basa «en un neopuritanismo moral y enargumentos falaces y estadísticas falsas» y critican también que se hable de que la mayoría de las prostitutas lo sean por obligación: «Es mentira que el 90% de las trabajadoras sexuales estemos obligadas».
Proponen que se siga el camino de otros países y se opte por una regulación «exigente y garantista». «La ley debe respetar nuestros derechos y libertades, dignificarnos y garantizar las condiciones laborales mínimas que nos protejan. En este sentido tenemos las normas de Cataluña que dentro de sus competencias han reconocido y regulado la actividad».
La prohibición de la prostitución, denuncian, es «una limitación de nuestra libertad», al mismo tiempo, consideran, que «una estigmatización inaceptable para quienes queremos ejercer libremente». También lo es, dicen, para quienes recurren a sus servicios.
Con esta manifestación queda demostrado que las trabajadoras sexuales que por su propio deseo ejercen esta profesión, no se van a quedar cruzadas de manos y lucharan para que no les arrebaten el derecho a decidir sobre su trabajo, su propio cuerpo y que hacer con el.