Rechazando las críticas de que su acuerdo de paz con la guerrilla de las FARC permitirá que los delitos de criminales de guerra queden impunes, el presidente colombiano Juan Manuel Santos dijo en una entrevista que el proceso de paz de su país se aprobará por un amplio margen en el referendo del 2 de octubre, y se convertirá en un modelo para solucionar conflictos armados en todo el mundo.
“Hay un apoyo mayoritario y contundente [a los acuerdos de paz,] y usted lo va a ver en las elecciones”, dijo Santos, refiriéndose al próximo referendo en que los colombianos decidirán si apoyan o rechazan el acuerdo con los rebeldes de las FARC para poner fin a un conflicto armado de cinco décadas que ha dejado más de 200,000 muertos. “Otra cosa es que no les guste el presidente, o el gobierno, pero el apoyo a la paz tiene una gran mayoría a favor de él”.
En una amplia entrevista con el Herald y “Oppenheimer Presenta” en CNN en Español, Santos también disputó que las FARC, acusadas de crímenes de guerra, recibirán automáticamente escaños en el Congreso colombiano, y habló sobre cómo Colombia pagará el proceso de paz, a pesar de una probable reducción de $90 millones en asistencia de Estados Unidos para el reasentamiento de los rebeldes y otros gastos del proceso de paz.
Pregunta: Presidente Santos, ¿qué respondería usted a la crítica de las organizaciones de derechos humanos como Human Rights Watch, que dicen que estos acuerdos de paz sentarán un pésimo precedente porque les darán impunidad a terroristas?
Respuesta: Que Human Rights Watch es la única organización no gubernamental que ha dicho eso, porque 100 más dicen lo contrario. La Corte Penal Internacional, que es la instancia con más legitimidad, con más validez para opinar sobre ese tema, porque fue creada precisamente para resolver los conflictos armados sin que hubiera impunidad, está elogiando lo que aquí se ha hecho.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos, encargada de proteger los derechos humanos, está señalando claramente mediante declaraciones públicas que lo que aquí se ha hecho respeta esos derechos humanos. Aquí no hay impunidad, no habrá impunidad, porque los máximos responsables serán investigados, juzgados, condenados y sancionados.
P: Pero presidente, muchos críticos internos y externos dicen que las sanciones son simbólicas, que los guerrilleros van a cumplir sus sanciones en un campo de golf. ¿Cierto o falso?
R: Eso dicen los críticos. ¿Y cómo se le ocurre que los guerrilleros van a terminar en campos de golf? Hágame el favor, eso no tiene ni pies ni cabeza. Lo que pasa es que si hay dentro de cualquier proceso de paz la opción de aplicar la justicia ordinaria tal cual, entonces no se produce la paz…(Por eso habrá) unos beneficios que la justicia transicional autoriza, para eso se creó, en donde las penas no van a ser penas normales como estamos acostumbrados, pero si va haber la aplicación de la justicia.
P: Pero sus críticos argumentan que aunque supongamos que no sean campos de golf, pero que van a cumplir sus penas en condiciones de suma comodidad.
R: ¿Quién ha dicho que de suma comodidad?
P: Sus críticos: el ex presidente Álvaro Uribe, Human Rigths Watch y sus seguidores, entre otros.
R: Hoy en día ese aspecto, esa crítica se ha quedado sin piso, porque salió a relucir la verdad, y es que la justicia transicional se está convirtiendo en un precedente para el mundo entero. El mundo entero está respaldando estos acuerdos precisamente porque es la primera vez en la historia que hay un conflicto armado y las dos partes acuerdan un sistema de justicia para someterse a esa justicia. Nunca antes había sucedido que una guerrilla va a entregar las armas y se somete a una justicia donde no habrá impunidad. Los máximos responsables serán condenados. Entonces, eso es algo sin precedentes.
P: Pero dicen que cumplirán penas muy reducidas.
R: Entre 5 y 8 años, una restricción efectiva de su libertad. No es una cárcel con barrotes, ni con piyamas de rallas como están queriendo algunos, pero es una sanción, un juicio, están siendo condenados. Y esa es una parte pequeña de este acuerdo. Andrés, lo que este acuerdo nos está permitiendo es terminar una guerra que ha desangrado a Colombia durante más de 50 años. Esta es una oportunidad única para el pueblo colombiano, única, que nos va a permitir a nosotros dejar de vivir en guerra, el último conflicto armado en todo el hemisferio occidental.
P: Sus críticos también objetan de que les van a dar 10 escaños en el Congreso a los ex comandantes guerrilleros por ocho años. ¿No será un aliciente para que muchos digan: “tomemos las armas y después nos dan automáticamente un espacio político”? ¿Por qué esta gente no tendría que competir en elecciones?
R: Van a competir, van a competir.
P: Pero van a recibir automáticamente 10 escaños.
R: Si no logran el umbral, les vamos a dar unos escaños. ¿Cuántos escaños se les dio en el pasado, cuantos escaños se les ha dado en Sri Lanka, El Salvador, en todas partes? Muchísimos más, eso es un precio mínimo, porque de eso se trata un proceso de paz, que dejen las armas y que puedan continuar con su lucha política sin violencia. El propósito fundamental de todo este proceso es ese. Entonces, la gente que dice: ¿cómo les van a dar un espacio político? Entonces qué, ¿van a continuar en la guerra 20 o 30 años más? Esa es la alternativa.
P: Sus adversarios políticos dicen que es ingenuo pensar que las FARC van a dejar las armas. Argumentan que muchos de estos guerrilleros van a unirse a las filas del narcotráfico o cambiarse de camiseta y pasarse al ELN, o a otro grupo guerrillero. ¿Falso o verdadero?
R: Falso, por lo siguiente. Uno de los puntos que yo insistí en que se incluyera fue el punto del narcotráfico. ¿Por qué Colombia ha sido el mayor exportador de cocaína hacia el mundo en los últimos 30, 40 años? Por presencia del conflicto armado, porque cada vez que íbamos a erradicar los cultivos ilícitos, nos recibían a nuestros soldados y nuestros policías las FARC con francotiradores y minas antipersonales. Con un costo altísimo erradicamos 20, 100, 200 hectáreas. Y al otro día cuando nos íbamos, iban y replantaban esas mismas matas o unas más productivas…Ahora sí, porque uno de los compromisos es que ellos van a colaborar con el Estado, mira la diferencia, en la sustitución de cultivos ilícitos por lícitos. Eso para el mundo entero es un enorme beneficio.
P: Sus críticos dicen que el plebiscito del 2 de octubre será con una pregunta tramposa. La pregunta dice: ¿Apoya usted el acuerdo final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera? ¿No está induciendo usted la respuesta? ¿Quién va a estar en contra de “la paz estable y duradera”?
R: ¿Usted sabe cómo se llama el acuerdo? Es que esa es la esencia, lo más claro, lo más objetivo, lo más sencillo: ¿apoya usted SI o NO el nombre del acuerdo? Dígame algo más claro más objetivo.
P : ¿No hubiera sido mas justo decir: “Apoya usted el acuerdo de paz”?
R: Exactamente no hice eso, porque entonces ahí si me criticarían: “cómo va usted a poner la disyuntiva entre paz y guerra”. Lo que hicimos fue exactamente, lo que las normas de ética moral nos dicen que hagamos: Apoya, y el nombre del acuerdo.
P: Hablemos del posconflicto. Supongamos que se aprueba esta pregunta, inducida o no, ¿Cómo van a financiar el posconflicto? Porque hace pocos días salió la noticia de que Estados Unidos, que iba a apoyar con $450 millones, por un tema de tiempos el Congreso no podrá aprobar la ayuda adicional de $90 millones para el posconflicto.
R: Eso no es importante para nosotros. Nosotros mismos estamos financiando la parte gruesa de todo este proceso. Tenga la absoluta seguridad que la paz es mucho más rentable para el Gobierno y para los colombianos que la guerra. La guerra nos ha costado muchísimo. Yo fui ministro de Defensa, y con lo que compramos cuatro helicópteros Black Hawks pagamos toda la reintegración de los 14,000 guerrilleros. Entonces, que no vengan ahora a decir que no tenemos plata para el posconflicto. Claro que tenemos plata para el posconflicto y mucha de ella ya está en nuestros presupuestos.