El percusionista, líder del grupo Los Herederos, busca mantener vivas las raíces afrocubanas en la Capital del Sol
CAMILA MENDOZA
Cada domingo el percusionista y babalawo cubano Philbert Armenteros, líder y fundador del grupo Los Herederos, tiene una misión que cumplir en la Calle 8: Compartir sus raíces a golpe de tambores, danzón y mucha historia en el evento Como los Dioses: Domingos de la Rumba, un show que se presenta semanalmente desde las 9 p.m. en el centro nocturno Habana 305.
“Estamos aquí representando la historia y manteniendo vivas las raíces afrocubanas en Miami. Esta es una ciudad que recibe mucha influencia, y por esta razón pienso que la juventud no ha podido conocer, y en muchos casos ha descuidado la importancia de esta música que fue inspiración y abrió paso al danzón, al son, etc. La música afrocubana es la base de muchos géneros”, afirmó Armenteros a DIARIO LAS AMÉRICAS.
“Esta manifestación artística de cantar y bailar para los Orishas siempre se ha practicado, pero de una manera más privada y en la intimidad de las casas de quienes siguen nuestra religión. Entonces no existía un evento permanente, cultural y público en el que se pudiera honrar esta herencia. Y yo espero que lo que estamos haciendo pueda llegar a todo Miami”, agregó el bailador y cantautor.
Propagar sus raíces no ha sido fácil para el músico radicado en Miami desde hace 20 años. Junto al grupo Los Herederos reconoce haber vivido transformaciones en reiteradas ocasiones, pero afirma que siempre ha mantenido el compromiso de difundir su legado. El mismo que busca inyectar a sus trabajos con solistas como Leslie Cartaya y a bandas como PALO! y SONLOKOS, agrupaciones con las que ha estado nominado al Latin Grammy y ha podido difundir dentro y fuera de EEUU sus raíces y canto.
Nacido en una familia tradicional cubana, Philbert se inició en la Regla de Osha con ocho meses de nacido. Siendo apenas un bebé recibió a Changó, hecho que asegura, influyó en su comportamiento y manera de ver la vida.
“Los Herederos surgió porque mi abuela Yeyita siempre me dijo que me iba a dejar un regalo, una riqueza. Cuando era niño no entendía sus palabras, pero al crecer me di cuenta que esa riqueza era mi herencia cultural, por eso el nombre del grupo”, reveló.
Educado musicalmente en la Casa de la Cultura de San Miguel del Padrón, desde niño Philbert se acercó a la percusión y recuerda que pudo compartir con grandes músicos que hoy tocan en las mejores orquestas de Cuba.
“Vengo de una familia muy típica cubana. Me crie en un barrio rumbero y canto, bailo y toco tambores desde que tengo tres años. Mi abuela fue bailarina, coreógrafa y fue la primera cantante que tuvo Radio Cadena Habana. Ella me dio la inspiración y sembró en mi este amor a mis raíces”.
“Digo esto porque creo que para hacer esta música hay que nacer con ella, hay que sentirla de verdad. Conozco a músicos excelentes, pero una cosa es tocar rumba y otra muy distinta es sentirla. Ser rumbero es algo más profundo”.
La agrupación Los Herederos está compuesta por 15 integrantes. Todos ellos han asumido la tarea de cambiarle la cara a los domingos, y entre bailarines, cantantes y músicos montar un espectáculo en el que la rumba sea la gran protagonista y estrella.
“Se dice que Miami es un mundo de DJs, que es el cementerio de los músicos. Eso ha cambiado y tenemos lugares como Habana 305 en los que se quiere y se respecta la música en vivo. Y si bien lo que hacemos no es comercial, estamos felices con la respuesta de la gente, la energía y la fuerza que nos entregan cada fin de semana”.
El espectáculo presentado por Los Herederos fusiona la música afrocubana con bailes, toques y cantos a los Orishas. Un recorrido musical que termina en una gran rumba en la que Philbert demuestra sus habilidades como percusionista tocando el timbal, el bongó, la tumba y el tambor Batá, instrumento de origen nigeriano utilizado también con propósitos religiosos.
“Cuando nosotros tocamos entramos en una especie de trance. De cierta forma dejamos de ser, es como estar poseído por algo que no puede explicarse, pero es algo muy lindo. Es una bendición por la cual puedo transmitir mi herencia y amor”, confesó.
“Nuestros ancestros traían dolor pero también muchas alegrías, y queremos que el público conozca esa historia, la respete y la valore. Esto que hacemos cada domingo es un homenaje y representa el compromiso de transmitir nuestra herencia yoruba con respeto, sin profanar y compartiendo esta cultura que es rica, amplia y llena de colores”, finalizó.
Como los Dioses: Domingos de la Rumba en Habana 305 es presentado por Habana en Miami: La Guía Cultural Cubana del sur de la Florida, y se lleva a cabo todos los domingos de 9 p.m. a 2 a.m., en Habana 305, ubicado en la 2007 SW 8th St., Miami. La entrada es gratuita.