Pese a las advertencias de la presidente andaluza y los barones, el líder del PSOE buscará tras el 25-S su Gobierno del cambio
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, está dispuesto a continuar con su hoja de ruta en busca de su «Gobierno del cambio» y a ignorar la rotunda opinión expresada esta semana por Susana Díaz y los principales presidentes socialistas: «Con 85 escaños no se puede gobernar». A pesar de la rebelión de los barones de esta semana, Sánchez se muestra seguro y va a hacer oídos sordos. Seguirá centrado en la campaña de las elecciones gallegas y vascas y, tras el 25 de septiembre, tiene previsto llamar a Pablo Iglesias y a Albert Rivera para explorar «un Gobierno regeneracionista y de cambio», como confirmaron ayer desde la dirección.
Pedro Sánchez se muestra fuerte y seguro a pesar de la rebelión de los barones de esta semana, como confirman fuentes próximas a él. Los presidentes autonómicos, históricos como Alfredo Pérez Rubalcaba y dirigentes cercanos a Eduardo Madina salieron en tromba el miércoles en defensa del presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, que había pedido públicamente la abstención del PSOE para que gobierne Rajoy. Además, varios barones lanzaron duras advertencias en contra de que el secretario general encabece una alternativa frente al PP. Pero Sánchez va a hacer, de momento, caso omiso a estas reclamaciones.
Ayer mismo, el presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, sentenció ante su Comité Regional que Podemos y Ciudadanos son «el agua y el aceite», por lo que «ahora está absolutamente claro» que no es posible un Ejecutivo apoyado por ambos partidos.
En los próximos días, el líder del PSOE va a seguir centrado en la campaña electoral de las elecciones vascas y gallegas (hoy estará en San Sebastián y mañana en Villagarcía de Arosa). Pero tras el 25 de septiembre, Sánchez tiene previsto llamar a Pablo Iglesias y a Albert Rivera y tratar de que se sienten en la misma mesa para buscar alternativas al PP.
El portavoz socialista en el Senado, Óscar López, de la total confianza de Sánchez, lo explica gráficamente a este diario: «Hay tres opciones: que gobiernen el PP o Rajoy, que haya un Gobierno del cambio sin apoyo de los partidos independentistas o terceras elecciones. Nosotros estamos por el Gobierno del cambio, aunque sea muy difícil».
Fuentes próximas a Sánchez insisten en que él intentará que Ciudadanos y Podemos levanten sus vetos mutuos y se sienten a hablar para explorar puntos de encuentro con el PSOE. Eso sí, casi todos en Ferraz dan por hecho que Iglesias y Rivera no están por la labor de entenderse, como ya ocurrió en la pasada legislatura. Y que este esfuerzo puede terminar siendo inútil.
Después de los comicios gallegos y vascos, todos dan por hecho -tanto Ferraz como los barones- que habrá un Comité Federal, probablemente el sábado 1 de octubre, aunque aún no ha sido convocado.
Será en este cónclave donde los críticos darán la batalla en el caso de que los resultados de las elecciones gallegas y vascas sean malos, como prevén las encuestas. En ese supuesto, algunos de los dirigentes más enfrentados a Sánchez aseguran que exigirán responsabilidades al secretario general.