Rubén Cuesta Palomo es una leyenda urbana aunque pocos lo conocen por su nombre.
Pero basta decir Kandyman, para que salten por todos lados los seguidores de este reguetonero pionero de un género que arrasó en Cuba. A pesar de que sus canciones no se transmiten por los medios nacionales, se pueden escuchar constantemente en los taxis colectivos, las fiestas familiares y hasta los altavoces de los centros escolares.

La vida artística de Kandyman arrancó en la década de los noventa y el artista se ufana de tener una formación autodidacta. Cuando niño parecía que se dedicaría a la gimnasia, pero le apasionaba también el baile y tenía grandes inquietudes musicales.
Desde los siete años, este inquieto santiaguero comenzó a bailar breakdance y dominó “todas las vueltas en el piso ligadas con acrobacia” aunque desde entonces ya seguía de cerca la música rap. Atento a las canciones de los raperos El General y Vico C, investigó el origen del género y ayudó a impulsarlo en la zona oriental del país. Sin saberlo, estaba a un paso de convertirse en cantante urbano y escribir sus primeras letras musicales.
Entre los músicos que le dieron una mano en su carrera artística señala a Cándido Fabré, “a pesar de las diferencias en la forma de pensar”, aclara. Alexander Delgado, uno de los cantantes de Gente de Zona, también fue otro de sus mejores amigos en la escena musical y alguien que lo ayudó a expandir su arte hacia el occidente de la Isla.
Las razones para tanta censura contra sus canciones viene en buena medida del «doble sentido» que usa en sus letras. Es un recurso “heredado de Fautino Oramas, Ñico Saquito, Pío Leyva y otras grandes de la música tradicional cubana», advierte este gran conocedor de la historia musical cubana al recordar que la jocosidad es parte de la idiosincrasia del cubano.
“Todo lo nuevo es repudiado por lo que ya existe. No quieren que prolifere porque puede cambiar el curso de la historia”, explica así el silenciamiento de su voz en la radio y la televisión del país. De manera que no pestañea al concluir que “el doble sentido me dio popularidad, pero también me hundió».
Canciones como El Chinito, El Prú, La Cosita, Tendón, Rompiendo Fronteras y Una loca como tú estuvieron en la cima de la popularidad cuando la obra del músico todavía se difundía en las emisoras nacionales.
Tras ocho años con el candado de la prohibición echado sobre su producción musical, Candyman pasó al activismo y se convirtió en miembro de la Unión Patriótica de Cuba (Unpacu) a inicios de 2016. En este tiempo sus temas han ganado en denuncia, mostrando las vicisitudes y la realidad social de su natal Santiago de Cuba desde sus repartos más pobres.
«La exclusión, la censura y la marginación fueron el motor impulsor para dedicarme a hacer canciones que reflejaran la realidad del pueblo cubano”, dice. Una decisión que lo ha llevado a crear lo que denomina como “música contestataria». Temas como Nadie es profeta en su tierra , que aborda la emigración y No me pongan en lo oscuro , con el que narra la exclusión que ha sufrido junto a muchos intérpretes del género, se han reproducido viralmente.
El Rey de la Tarima , como se hace llamar, explica que sus conciertos alternativos comienzan “románticos”, con un intermedio político-social, para terminar con temas bailables.
En 2016, todavía en Cuba, le prohibieron cantar en un concierto de Gente de Zona en la plaza Antonio Maceo. Un año más tarde se fue a Estados Unidos para realizar una gira y, por razones ideológicas contrarias a la política del gobierno cubano, se quedó.
Tampoco allí Kandyman ha sido reconocido. Ni siquiera lo invitaron a cantar en el Cubatonazo de 2018. Todos niegan al padre del reguetón cubano. Casi todos. Casualmente, uno de los pocos artistas del género que reconoce al cantante santiaguero como fundador es Chocolate MC. A los exponentes jóvenes no les interesa conservar una memoria musical ni conocer de dónde viene el tempo que marcan con las palmas de las manos.
Kandyman lanzó el año pasado el tema “Guerra Santa”, una canción que ataca directamente a la fibra de la dictadura cubana.
El artista santiaguero siempre se ha pronunciado en contra del régimen imperante en la Isla comunista. En esta ocasión, lo hace con un tema que llega acompañado de un videoclip donde deja bien claro que Cuba está en guerra.
“Ustedes los comunistas tienen los días contados. Ha comenzado la Guerra Santa por el comunismo que quitó la libertad”.
De igual manera, la letra de esta composición deja ver la situación actual de la represión policial en la Mayor de las Antillas y la postura de las autoridades.
“Los policías de Cuba son tremendos descarados porque tienen al pueblo totalmente chantajea’o”.
El reguetonero no se controló la lengua, como tiene acostumbrado a su público, y su lírica la dirigió contra el presidente designado.
“Díaz-Canel ya tú estás sentenciado, Díaz- Canel tú eres tremendo si… El pueblo tiene hambre, tiene hambre. Muchos pagarán con sangre, mucha sangre… Dios los tiene en la mira a todos ustedes, oíste, el francotirador celestial”.
El cantante mencionó en su tema, además, que la historia sería cambiada por todos los que están “plantados”. Hizo referencia a los desaparecidos y torturados por la tiranía, a los presos políticos y a los niños muertos en el Remolcador 13 de marzo.
“Guerra Santa” se suma a las composiciones de denuncia interpretadas por varios artistas cubanos en el último año, que han unido sus voces en contra del gobierno totalitario de la Isla.
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