«Se trata de un nuevo Plan Cóndor (…) hoy sus objetivos somos los gobiernos progresistas de la región», aseguró Correa en su intervención ante la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno del Movimiento de Países No Alineados
EFE
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, aseguró este sábado que existe un nuevo Plan Cóndor, como se llamó a la operación de las dictaduras militares de Latinoamérica contra la disidencia en las décadas del 70 y 80, esta vez contra los «gobiernos progresistas» de la región.
«Se trata de un nuevo Plan Cóndor (…) hoy sus objetivos somos los gobiernos progresistas de la región», aseguró Correa en su intervención ante la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno del Movimiento de países No Alineados (MNOAL) en la isla venezolana de Margarita.
Afirmó que este plan cuenta con la participación del «norte», en alusión al gobierno de los Estados Unidos, a quien ha acusado de injerencia en asuntos internos de países como Ecuador, Bolivia y Venezuela.
Correa habló de unos «poderes fácticos» que utilizan, según dijo, «métodos como el bombardeo mediático, los golpes de estado parlamentarios, el acoso económico, y la difamación de líderes democráticamente electos» contra gobernantes latinoamericanos de izquierda.
En este sentido, expresó solidaridad al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, que, sostuvo, enfrenta «todo intento de injerencia y desestabilización externa», por lo que pidió al MNOAL respaldar al gobierno del país anfitrión.
Correa envió además un «abrazo solidario» a Dilma Rousseff, destituida de la Presidencia de Brasil, «víctima de un golpe de estado parlamentario de los sectores más retardatarios y corruptos».
Asimismo, criticó los llamados ante la justicia de sus países que han enfrentado los expresidentes Cristina Kirchner (Argentina) y Luiz Inácio Lula Da Silva (Brasil), medidas que calificó como una forma de «judicialización» de la política.
El presidente ecuatoriano destacó ante los No Alineados la importancia de la lucha contra los paraísos fiscales y la evasión de capitales a los que consideró «la expresión extrema del capitalismo sin rostro, sin responsabilidad, sin transparencia».
Destacó que esa lucha «no podrá llevarse a cabo aisladamente» por lo que instó a una «acción global contra esa forma de capitalismo salvaje» y anunció que Ecuador incluirá esa cuestión en la agenda del próximo período de sesiones de la asamblea general de la ONU.