Solo contó con 170 votos a favor: los escaños de su partido el conservador PP, 32 de los liberales de Ciudadanos y una representante nacionalista canaria
El Congreso español rechazó este viernes la renovación del mandato del presidente del Gobierno español en funciones, Mariano Rajoy, por segunda vez esta semana, un resultado que mantiene el bloqueo político en España y pone en marcha la cuenta atrás de una posible repetición electoral.
Rajoy solo necesitaba en la votación de la mayoría simple, es decir, más síes que no es, pero solo contó con 170 votos a favor: los escaños de su partido el conservador PP, 32 de los liberales de Ciudadanos y una representante nacionalista canaria.
En contra, el resto de fuerzas de la Cámara (180), los socialistas del PSOE (85), la coalición de izquierdas Unidos Podemos (71), los nacionalistas catalanes (17) y los vascos (7).
Rajoy es el segundo aspirante rechazado por el Parlamento en la historia reciente de España.
El primero fue el líder del PSOE, Pedro Sánchez, en marzo, que tampoco reunió el apoyo suficiente, pero hoy instó a las «fuerzas del cambio» de la Cámara -una expresión que utilizó en aquella ocasión- a que busquen una solución al «atasco político» del país.
El fracaso de Rajoy, que mantiene el bloqueo político en España tras ocho meses con el Gobierno en situación de interinidad, llega pese a los esfuerzos de liberales y conservadores para convencer al PSOE de que se abstuviera y facilitara así la formación de un nuevo Gobierno.
Rajoy hizo un último intento en su discurso previo a la votación, en una breve sesión pero de tono más bronco, en el que pidió a los socialistas que «devuelvan (al país) a la normalidad democrática» y permitan la formación de un Gobierno y España acabe con «la situación excepcional, sin precedentes» de un Gabinete en funciones y con competencias limitadas.
El líder conservador exhortó a los diputados socialistas a que le ayuden a renovar su mandato, porque, aseguró, no existe otra alternativa a esa opción y les acusó de querer repetir nuevos comicios.
Por su parte, el líder de los socialistas, Pedro Sánchez, reiteró su rechazó a un Ejecutivo conservador, ya que ahondaría en la fractura social, territorial y económica, que, a su juicio, ha generado el mandato de Rajoy los últimos cuatro años.
Sánchez rechazó que la responsabilidad del bloqueo político corresponda solo a su partido e instó al resto de fuerzas políticas a buscar una solución: «Si actuamos todos, encontraremos una solución y, no les quepa duda, de que los socialistas formará parte de la solución».
El próximo 25 de septiembre se celebrarán comicios en las regiones de País Vasco (norte) y Galicia (noroeste), y se podría dibujar un nuevo escenario para que alguna de las formaciones nacionalistas de la Cámara se abra a negociar el sentido de su voto.
Tras el rechazo de Rajoy, la normativa vigente marca la puesta en marcha del mecanismo legislativo por el que se abre un periodo de dos meses para que otros candidatos o el mismo se presenten de nuevo para formar Gobierno.
La propuesta de este nuevo candidato corresponde de nuevo al rey Felipe VI, quien deberá convocar a los líderes parlamentarios para proponer un nuevo candidato.
Si durante ese periodo de dos meses nadie es elegido, Felipe VI disolverá de nuevo el Parlamento el próximo 31 de octubre, como ya pasó en mayo, se convocarán automáticamente nuevos comicios y continuará la situación de bloqueo político que se prolonga desde diciembre de 2015 (256 días).
La cita electoral celebrada entonces dio como resultado un Parlamento muy fragmentado, con la entrada de los nuevos Ciudadanos (liberales) y Podemos (izquierda). Los partidos españoles, acostumbrados hasta entonces a gobernar en solitario o con apoyos puntuales, no han conseguido alcanzar un acuerdo desde entonces.