jueves, septiembre 21, 2023
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¿Otro ‘En silencio ha tenido que ser’? Serie de la TV cubana solo presenta ‘bandidos’ y ‘mercenarios’

Un coro de hombres ríe con maldad mientras arrastran fuera de una rústica prisión hecha de finos troncos al maestro Conrado Benítez y al miliciano Eleodoro Rodríguez Linares para ahorcarlos.

Mario J. Pentón

“Nosotros no somos salvajes. Somos personas”, dice un campesino alzado, contrariado por la crueldad con que a Benítez le cortan los genitales. Un disparo a quemarropa realizado por el jefe de la banda (ambos hechos apócrifos según historiadores del exilio) mancha su sombrero de guano y silencia la crítica.

La televisión cubana estrenó el 11 de marzo La otra guerra, una serie sobre la guerra civil (1960-1966) que vivió el país tras el giro comunista de la Revolución de 1959.

La trama es simple: los “mercenarios” de la CIA quieren destruir la Revolución. Para ello reciben entrenamiento y financiamiento en Estados Unidos. Buscan desestabilizar el sistema con una rebelión armada. La mayoría de los campesinos apoyan a los milicianos (revolucionarios) y solo un pequeño grupo está del lado de los alzados (bandidos en la versión oficial).

No es casual que los creadores de la serie tomaran como base los documentos del Centro de Investigaciones Históricas de la Seguridad del Estado, según declararon a la prensa oficial.

Enrique G. Encinosa es un investigador cubanoamericano, autor de Escambray: la guerra olvidada, el primer libro escrito sobre los alzados en el exilio. A su juicio, presentar a los rebeldes como delincuentes forma parte de la “agenda del régimen” para hacer valer su versión de la historia.

“Es más fácil decir que son bandidos o comevacas como también les llamaban. El comunismo siempre ha lidiado con su oposición así”, agrega.

“Desde 1960 hasta 1966 en las montañas del Escambray y en diferentes puntos del país se desató un conflicto librado por campesinos y la clase media contraria a las expropiaciones y al acercamiento a Moscú”, dice el experto.

Se desconoce el número de personas muertas en ambos bandos, así como de víctimas entre la población civil.

“Durante ese período se vivieron las movilizaciones militares más grandes de la historia de Cuba en el siglo XX”, agrega.

Según Encinosa, durante la primera “limpia” del Escambray el gobierno admitió haber movilizado a 60,000 soldados de todas las provincias más los efectivos con los que contaba en Las Villas. En total sumaban unos 100,000 hombres.

“Eso solo para perseguir a 500 guerrilleros que eran los que en ese momento estaban alzados en las lomas”, dice.

“Lo que les cuesta admitir es que fueron los más humildes quienes más duro pelearon para que no se instaurara el comunismo en Cuba”.

Encinosa hace énfasis en el momento histórico en que se desarrolló el conflicto, en plena Guerra Fría. Mientras los soviéticos abastecían y asesoraban a Fidel Castro, la CIA ayudaba a los alzados. Tras la fracasada invasión a Bahía de Cochinos y la negativa de Kennedy de ayudar a las fuerzas expedicionarias las condiciones de lucha en el Escambray se hicieron especialmente difíciles para los alzados que vieron concentrado todo el poder del ejército en eliminarlos.

Un especialista en comunicación de la televisión cubana dijo, bajo condición de anonimato, que la serie La otra guerra, y docudramas como Uno y Tras la huella se enmarcan en una “regresión” a la línea de los años más difíciles del Período Especial.

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