De ir a un referendo revocatorio el gobernante Nicolás Maduro perdería por un margen mayor a los 58 puntos porcentuales, al tiempo que solo un 15 por ciento del electorado votaría a favor de que permanezca en el cargo, según una encuesta divulgada esta semana por la firma Alfredo Keller y Asociados.
La encuesta, publicada en momentos en que el régimen maniobra para evitar que el revocatorio se realice este año, también muestra el colapso del chavismo bajo la mayor crisis económica en la historia contemporánea de Venezuela, situación que está llevando a más del 75 por ciento de la población a comer menos de tres veces al día.
Según el sondeo de opinión, correspondiente al segundo trimestre del 2016, un 73 por ciento de los venezolanos votaría a favor de remover a Maduro del cargo, al tiempo que el 67 por ciento de los consultados dijo que el país solo comenzará a salir del atolladero con la salida del gobernante y la realización de nuevas elecciones presidenciales.
La oposición venezolana está solicitando ante la Comisión Nacional Electoral (CNE) la realización de un referendo revocatorio este año, con la mira puesta sobre la convocatoria de nuevas elecciones antes de que expire el actual período presidencial.
El CNE, sin embargo, presentó el martes un cronograma de trabajo que colocaría la realización del referendo para después de la crucial fecha del 10 de enero, lo cual permitiría al chavismo permanecer en el poder hasta el 2019 incluso si Maduro es removido del cargo en un revocatorio.
La oposición acusa al CNE – controlado por el chavismo – de manipular el proceso para favorecer al régimen de Maduro, a sabiendas de que sufriría una derrota electoral aplastante si su mandato es sometido al revocatorio.
En lo que denota la pérdida de popularidad de la revolución bolivariana, solo un 14 por ciento opinó que la crisis sería superada si se termina de aplicar el “Plan de la Patria” esbozado por el fallecido presidente Hugo Chávez.
El informe de Alfredo Keller y Asociados también muestra la proporción con que se ha desmoronado el chavismo a través de un indicador elaborado con base en el promedio de cinco variables (la popularidad del presidente, situación positiva del país, la economía familiar, gestión positiva del gobierno e intención de voto).
El indicador, que rondaba el orden del 50 por ciento para cuando Maduro asumió el poder en el 2013, actualmente se encuentra en 11.6 por ciento.
Asimismo, solo un 20 por ciento de los consultados admitió ser chavista, porcentaje que refleja una caída de más de la mitad frente al nivel cercano al 45 por ciento que el chavismo mostraba en el primer trimestre del 2013.
Por otro lado, la popularidad de Maduro continuaba en su piso recogiendo el agrado de solo el 19 por ciento de la población.
Las opiniones de desagrado sumaban un 75 por ciento, y provenía del 99 por ciento de las personas que se identificaban como opositores, un 78 por ciento de los que decían ser independientemente y un 18 por ciento de los chavistas.