El inversionista neoyorquino Joseph DaGrosa logró entrar en el negocio de los carreras y pruebas como maratones y triatlones en Cuba y, aunque reconoció que la velocidad no es una característica del sistema cubano, aseguró que vale la pena invertir en la isla.
DaGrosa, uno de los promotores de la maratón y el triatlón de La Habana y también de una competencia más corta de obstáculos conocida como Spartan Race, aseguró que la isla representa un “potencial” para inversionistas.
“Creemos que el deporte es un medio maravilloso para reducir las brechas culturales y unir a la gente, y vemos esta inversión como un trampolín para otras oportunidades”, precisó DaGrosa.
Explicó que aunque no se trata de grandes inversiones, estas competencias le han servido para detectar otras opciones de negocios que ofrece la isla en su nueva etapa de una mayor apertura con EEUU.
Este año aerolíneas estadounidenses y empresas de cruceros y hoteleras han incursionado en Cuba en medio de una relación comercial incipiente sobre la que pesa aún el embargo económico de Washington sobre la isla.
DaGrosa, dueño de MultiRace, una de las empresas de competencias más grande de Florida, dijo que hacer negocios con Cuba es “difícil, pero no imposible”, al explicar que es un sistema muy diferente al europeo o estadounidense.
“Requiere de la construcción de relaciones y confianza entre todos los involucrados” y también de un poco de “paciencia” para entender y navegar por la necesidad de aprobaciones de múltiples organismos, afirmó.
El financiero, fundador y confundador de varios fondos de inversión privada, aseguró, sin embargo, que dicho “impedimento (la demora en los trámites) es reconocido al más alto nivel (en Cuba) y se están tomando medidas para abordarlo”.
Manifestó que en los próximos cinco años habrá muchas oportunidades de inversión en la isla “impulsadas por el turismo, las exportaciones agrícolas y, potencialmente, los proyectos de infraestructura”.
Este último sector, señaló, dependerá de la ayuda del crédito de organismos multilaterales como el Banco Mundial, que a su vez está supeditada a los avances de ambas naciones en sus relaciones.
“En ese frente me siento optimista de que ambas partes repensarán el tamaño de los beneficios a largo plazo de tal reacoplamiento”, indicó.
DaGrosa, de 51 años, indicó que a largo plazo, en los próximos cinco a diez años, “el nivel de vida en Cuba tiene el potencial de mejorar significativamente”, lo que impulsará muchas oportunidades en el sector de los productos y servicios de consumo.
Entre ellos mencionó utensilios para el hogar, alimentos y bebidas y bienes de consumo duraderos como electrodomésticos y vehículos.
“Creo que otra gran oportunidad será en el sector de los servicios financieros, en particular con respecto a los seguros de vida y la propiedad y seguros contra accidentes”, agregó.
Mientras tanto, DaGrosa está enfocado en la carreras de resistencia, especialmente la maratón de La Habana, prevista para el próximo 20 de noviembre.
DaGrosa explicó que para ello realizó una inversión estratégica, “pero minoritaria”, en una empresa española que tiene “una larga y exitosa asociación en Cuba relacionada con los deportes participativos”.
Otras carreras como el Triatlón de la capital cubana se realizará el 25 y 26 de febrero del 2017, y la carrera de obstáculos Spartan Race está prevista para principios del próximo año en una fecha aún por determinar.