Está previsto que Carlos y Camilla mantengan una reunión y una cena privada en el emblemático Palacio de la Revolución con Miguel Díaz-Canel, quien hizo una breve visita a Londres en noviembre del año pasado
Dentro de su gira por el Caribe, el príncipe Carlos de Inglaterra y su esposa Camilla inician este domingo una visita a la isla socialista de Cuba, en un momento en que La Habana vive momentos de tensión con Estados Unidos, un fuerte aliado de Gran Bretaña.
«Hacía tiempo que no teníamos estas visitas importantes, parecía que habíamos pasado de moda», dice a dpa Amelia Guzmán, residente en La Habana, y que recuerda los momentos del deshielo entre Cuba y Estados Unidos cuando la isla fue pasarela de una colección de Chanel o el escenario de un concierto de los Rolling Stones.
Antes de su llega a La Habana, Carlos y Camilla visitaron algunas excolonias británicas como Santa Lucía, Barbados, San Vicente y las Granadinas, San Cristóbal y Nieves, además de Granada.
La visita cobra importancia porque las relaciones entre Cuba y Estados Unidos viven uno de sus momentos más bajos desde la llegada del republicano Donald Trump a la Casa Blanca, lo cual frenó la política de acercamiento impulsada por su antecesor, Barack Obama.
La administración Trump acusa a Cuba de formar parte de una «troika de la tiranía» junto a Nicaragua y Venezuela.
El principal punto en el conflicto entre La Habana y Washington está en unos misteriosos trastornos acústicos que sufrieron diplomáticos estadounidenses destinados en la isla, tras lo cual Trump sacó a más de la mitad del personal en la delegación de La Habana.
Durante su estancia de tres días en Cuba, el heredero de la Corona británica y su esposa visitarán centros de arte y lugares donde se hacen trabajos comunitarios en los barrios, además de áreas relacionadas con las energías renovables o la agricultura orgánica, según la agencia cubana Prensa Latina.
El príncipe Carlos también tendrá un encuentro con jóvenes emprendedores cubanos y con miembros de un club de autos clásicos de fabricación británica. En cambio, no está previsto que mantenga encuentros con la oposición.
«Esta visita reflejará e impulsará la creciente relación entre el Reino Unido y Cuba», dijo Antony Stokes, embajador británico en La Habana en un mensaje en la red social Twitter.
Stokes destacó la importancia del viaje real y señaló que no significaba que ambos países estuviesen de acuerdo en todo. «Pero sí significa que la diplomacia puede contribuir al intercambio sobre los temas en los que concordamos y en los que diferimos», dijo el diplomático.
Es habitual que las visitas de alto nivel hagan un paseo por las calles del casco histórico de La Habana. No se sabe todavía si la caminata incluirá el Jardín Diana de Gales, que existe en el patio de una casona colonial y lleva el nombre de la fallecida primera esposa del príncipe Carlos.
Creado en 1997 entre helechos, robles y ceibas que pueblan, en el jardín se encuentra una estatua del escultor cubano Juan Narciso Quintanilla el cual representa un sol que reposa en una columna.
FUENTE: Con información de DPA
