viernes, abril 19, 2024
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Carlos Oliva portada en OWWNews

Carlos Oliva

No hay mejor manera de celebra el 20 de mayo, fecha real de la independencia de Cuba, que tener de portada a Carlo Oliva, músico y cantante cubano.

Coincidiendo su portada con el 50 aniversario de la carrera artística del icónico cantante Carlos Oliva, fundador del «sonido de Miami», mérito que alcanzó junto a Los Sobrinos del Juez, orquesta que constituyó para fusionar los ritmos de su tierra con los americanos.

Mantenerse 50 años en el gusto de la audiencia y continuar innovando el panorama musical de la Capital del Sol ha sido la tarea de Oliva, quien relata cómo inició la idea de fusionar ritmos.

Carlos Oliva portada en OWWNews
Carlos Oliva portada en OWWNews

“Esa fusión comenzó cuando éramos un trío y nos presentábamos en un lugar al que asistía tanto público americano como latino y había que complacer a todo el mundo. Para ese entonces cantábamos temas en inglés y los hacíamos al estilo salsa y así fuimos progresando con eso hasta que nos dimos cuenta de que ese sonido era una necesidad y teníamos que fusionarlo”, resaltó.

Y es que desprenderse de la fusión de melodías y la libertad que esto le otorga, es algo que no concibe el músico, que no cesa de trabajar.

Según comenta Oliva, Miami fue convirtiéndose poco a poco en la casa de todos los latinos, algo que propició una mayor riqueza en todos los aspectos culturales.

“Al tener una inmigración de tantos países, todo se revolucionó. Antes éramos solo los cubanos y teníamos el Son de la loma y otras canciones, hasta que llegaron personas de otros países que también buscaban su propia música. Este proceso también influenció nuestra música y eso nos provocó darle otro toque”, aclaró.

Aunque con los nuevos tiempos surgieron diferentes géneros como el urbano, ambos músicos coincidieron en que últimamente las letras albergan escenas muy crudas.

“Hay ciertos temas de reguetón que están chéveres y se pueden bailar, pero hay otros que se pasan de la línea y llegan a ser vulgares, y eso es otra cosa”, aseguró Grau.

Para Oliva, esta nueva tendencia deja grandes vacíos en la sociedad e incita, de manera explícita, a seguir un comportamiento alejado de lo convencional.

“No me gusta criticar a los artistas que están tratando de lograr el éxito, pero hay cosas que no me llaman mucho la atención. Es una copia constante, no hay algo novedoso. Hubo un momento en el que decían que la salsa se extinguiría con la llegada del merengue, pero no fue así gracias a los artistas que supieron cómo seguir luchando por mantener ese género. Creo que también es nuestra responsabilidad mantener nuestros conceptos hasta ver a dónde llegamos”, resaltó el músico.

Jugar con los ritmos ha sido la pasión de la vida de Oliva. Es por ello que, aunque no pudo adelantar muchos detalles, está preparando un proyecto con una mirada diferente.

“Siempre estoy creando. He tenido la intuición, no de hacer reguetón, pero sí de tomar el sonido de los Sobrinos y hacer algunas cositas con más acordes, con más musicalidad para que la gente se sienta más cómoda mientras baila”, aseguró.

Pero un músico no está hecho solo de composiciones, su existencia se completa cuando pisa los escenarios.

“Con la composición es diferente, pero con el show se siente una gran adrenalina. Cuando termino de trabajar me gusta irme a casa y cuando llego no puedo dormir, me pongo a repasar todo lo que sucedió en la noche”, reveló Oliva.

Para Oliva existe un elemento indispensable en su carrera: su público. Y es por eso que no escatima en demostrarles cuánto bien le aportan a su vida.

“Me gustaría ser recordado como la gente lo hace ahora. El cariño del público es muy importante para mí, y en una de las oportunidades que más lo he sentido fue cuando me otorgaron la estrella en la Calle Ocho. Imagino que el día del concierto lo voy a sentir también, pero no por el reconocimiento o las placas, sino por el pueblo”, agregó.

Más allá de sus 50 años como músico, Oliva aún tiene pendiente un reconocimiento que, aunque él no ha querido expresarlo, sus compañeros coinciden en que ya es tiempo de que se le honre de esa manera, ser rey del Carnaval de la Calle Ocho.

“Willy tuvo el coraje de pararse en la Calle Ocho y decir que yo merecía ser el rey”, apuntó.

Pero, según recuerda, hay un detalle que podría explicar por qué aún no ha obtenido tal distinción.

“Yo pertenezco al Club de los Kiwanis desde el año 78, y fui fundador del Carnaval desde su primera edición. Y estaba tan involucrado en todo eso que nadie se fijó en mí. Pasaron 12 años y dejé esa posición en la que buscaba a los músicos y organizaba, y creo que entonces todo el mundo asumió que yo había sido el rey”, puntualizó.

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